Veni, numen

Veni, numen es una composición para coro mixto a capella con divisi y soprano solista. El texto de la obra corresponde a los cantos XVIII y XLII del Kalevala de Elias Lönnrot. Es una súplica de los tripulantes hacia los dioses mitológicos del viento, Vellamo (Dios del mar), Ukko (Dios del cielo) y Ahto (Dios de las profundidades) para que sus barcos no se dañen durante sus viajes en el mar, y que vuelvan sanos y a salvo. La pieza comienza con ese ruego. Posteriormente, se narra una historia donde el barco sufre una tormenta en el mar. Dentro de ésta, los tripulantes vuelven a suplicar a los dioses que calmen la situación y que no dañen a sus embarcaciones. Dentro de la obra se pueden encontrar algunos detalles que sirven como homenaje a la obra “Incantatio Maris Aestuosi” de Veljo Tormis. Como inspiración para componer esta pieza, además de la obra ya mencionada, he encontrado una fuente de inspiración en la obra de Claude Debussy, Ēriks Ešenvalds, Albert Alcaraz o Jaakko Mäntyjärvi.

“Non in navibus est flendum nec in lintre lamentandum”.

“Navis velis vento datis coepit caerulum sulcare”.

”Veni, Numen, nunc in navem,
in carinam, Deus clemens,
adiuves ut virum parvum
desque debili virtutem,
amplioribus in aquis,
in his fluctibus immensis!”.

”Vente, cunula carinam,
aqua navem agitato,
opem ferto remiganti,
levamentum gubernanti
amplioribus in aquis,
ubi pontus est apertus!”.

Transit temporis momentum,
interest haud longa mora.
Iam supremus deus Ukko,
ipse dominus aurarum,
flatus iussit, ut afflarent,
saevos ventos, ut saevirent.

Surgunt flatus ad afflandum,
turbines ad saeviendum.
Zephyrus flat violenter,
caurus ventus vehementer,
auster gravius anhelat,
foede stridet subsolanus,
eurus mugit malo more
acer aquilo conspirat.

”Aqua, filium vetato,
unda, natum prohibeto,
Ahto, pelagus placato,
aquae, Vellamo, catervas,
ne liquores super latus,
intra costas conspergantur!”.

Surge, vente, caelum usque,
pete nubila suprema,
tuam stirpem, nationem,
et originem et ortum!
Lintrem ligneam ne vertas,
puppim pineam ne mergas.

“No merece la pena afligirse y lamentarse en los barcos”.

“Las velas del barco dadas por el viento comenzaron a surcar el azul”.

“Ven, Numen, ahora a mi barco,
a la quilla, Dios misericordioso,
ayuda a los endebles valientes
y da fuerza al débil,
en la amplia extensión de las aguas,
¡En la inmensidad de las olas!”.

“Viento, balancea el barco,
en el agua agitada,
ayuda a los remeros,
suaviza el pilotaje,
en la amplia extensión de agua,
¡Donde las aguas se abren!”.

Un corto periodo de tiempo pasó, no hubo una larga espera
cuando Ukko, el Dios Supremo,
Él mismo, Dios del aire,
ordenó soplar y resoplar, Vientos salvajes agitados violentamente.

Entonces los vientos se levantaron con furia, rugieron los torbellinos.
Zephyrus sopló violentamente,
el viento del noroeste impetuosamente.
el viento del sur rugió ferozmente,
el viento del este chilló vilmente,
el viento del sureste dio un bramido y
el viento del norte conspiró aullando.

“Agua, ahora refrena a tus hijos,
olas, frena su nacimiento
Ahto, calma al mar,
Vellamo, domina las aguas,
para que no salpiquen a nuestros barcos, ¡Ni que arrollen los costados de mi barco!”.

Levántate, viento, hasta el cielo,
te suplico hasta lo más alto de las nubes, a los descendientes de tu raza,
¡Y su origen y su parentesco!
No dañes este barco de madera,
no hundas esta barca de madera de pino.